REFLEXIÓN V
Este es el
último bloque de los vistos en clase. En él hemos hablado de la creación de
textos literarios para los alumnos. De sus estrategias para crearles y de “los
juegos” como les llamaba Alberto en clase. Algunos de ellos los hemos visto en
clase, como el de la bandera, que resultó ser una de las actividades más
divertidas y con las que más he disfrutando creando y escuchando las creaciones
de mis compañeros, la actividad de los refranes en la que quedaron cosas muy
divertidas y graciosas y los textos encadenados.
La actividad que proponía el bloque
era la de crear un texto en prosa, un texto en verso y un texto teatral. Uno de
los tres debe convertirse en formato libro para formar parte de una hipotética
biblioteca de aula. En el texto en prosa he usado el recurso de la bandera,
concretamente el texto que hicimos en clase. Me gustó mucho como quedó y es el
que publicaré en mi blog. El texto en verso será con la estrategia del poema
encadenado que realizamos en clase con la estrategia del verso encadenado. Y por
último, en teatro he realizado una pequeña historia sobre “Los cuatro
elementos”. Este será el texto que realice en formato libro. En cuanto termine
con las trabajos, iré un día al cole y se lo regalaré a mis niños para que se
lo queden de regalo. Lo he realizado en papel rústico, que le da una sensación
de antiguo que seguro que a los niños les encanta.
Además de esta actividad con todas sus
estrategias, vimos algo que me resultó muy interesante. Vimos, bien descrita y
analizada, lo que era una redacción. Tenemos ideas preconcebidas a cerca de
esto pero gracias a las clases hemos entendido bien lo que es.
La redacción es un texto escrito con
coherencia y cohesión, donde no valen los esquemas. Puede ser un cuento (un texto
breve de ficción), una carta, una receta, etc. Por eso, debemos saber bien lo
que le pedimos al niño, es decir, debemos especificar lo que queremos que el
alumno haga, no pedir simplemente una redacción. Debemos pedirles: narraciones,
descripciones, textos argumentativos, etc. Para ello, debemos decirle al niño
la palabra adecuada sobre lo que le vamos a pedir y después enseñarle mediante
ejemplos lo que tiene que hacer. Para ello vimos una serie de pasos:
·
Saber
lo que se quiere decir
·
Hacer
un esquema con ello
·
Ver
en qué persona lo queremos decir
·
Hacer
una primera redacción y leerla en voz alta para comprobar que no hay fallos.
Ahora,
partiendo de estos conocimientos, hablaré sobre como recuerdo yo el tema cuando
era más pequeño.
Cuando
cursaba mi etapa Primaria lo único que hacíamos en clase eran redacciones. El
profesor llamaba a todo “hacer una redacción”. A mí estos momentos me acabaron
por parecer aburridos. Siempre eran lo mismo, fuera del tema que fuera:
empezaba por una especie de introducción, después se contaba lo que pedía y
finalmente una especie de “reflexión o conclusión”. Cuando hacías dos o tres
reflexiones, el resto eran un aburrimiento. Nunca hemos creado nada en verso o
nada dramático. Lo único que hacíamos era representar obras teatrales al final
de curso, pero nunca interveníamos en la creación de las mismas. Creo que
hubiera sido interesante poder dar nuestro punto de vista en estas funciones y
así hubieran sido mucho más originales y creativas. O por ejemplo, hubiera sido
interesante crear pequeños textos en prosa o verso. Viendo las estrategias que
existen (que no las encuentro nada complicadas y sí las encuentro muy
interesantes) no entiendo por qué mis profesores siempre se limitaban a
mandarnos “redacciones”.
En mi
colegio de prácticas, este tema empieza, como el mío de mi etapa Primaria, a
parecerse cada vez más a antaño. La profesora empieza a mandarles a los alumnos
las dichosas redacciones. Les pide redacciones sobre la primavera, sobre las
vacaciones, sobre temas personales de los niños. No creo que estén mal, pero
creo que deberían hacerlo con algunas estrategias. De forma original y
divertida. Así los alumnos no se cansarán de realizar siempre las mismas cosas
con las mismas estructuras y sin cambiar de estrategias. A favor de mi
profesora, tengo que decir que al ser niños de 2º ciclo, puede que ella quiera
interiorizar bien la estructura de la redacción y cuando sepan escribir con
mayor fluidez les mandará otro tipo de textos: narraciones, cartas, etc.
Confío en
que en el futuro, seré un alumno que pondrá en práctica todas las estrategias
que hemos estado aprendiendo. Espero no volverme un profesor “cómodo” que sólo
se dedique a explicar lo que ponga en el libro. Sólo con ver el ambiente que se
formaba en clase cuando creábamos textos, ya bien fuera en prosa, verso o
drama, me anima a pensar que con los niños será igual de divertido y ellos lo
pasarán igual de bien que nosotros. Por eso, en un futuro, quiero profundizar
sobre todas estas estrategias para que los alumnos disfruten creando cosas, que
no se aburran con lo de siempre y que despierten en ellos la inquietud y las
ganas de crear, porque ¿quién sabe si entre mis pupitres no se sienta un futuro
Miguel de Cervantes o un Góngora?
Como
reflexión más final de la asignatura, tengo que decir que me ha gustado mucho
esta asignatura. Por desgracia me ha pillado un poco el toro, y me hubiera
encantado poder profundizar más en todas las actividades que hemos ido realizando
y no tener que haber hecho algunas de ellas de manera rápida, pues me hubiera
gustado mucho recrearme en ellas y disfrutarlas más de lo que lo he hecho. Esta
asignatura me ha marcado mucho, ha servido para darme cuenta de que conmigo no
siempre han trabajado como se debía, y espero que en un futuro no muy lejano,
no cometa los mismos errores con mis alumnos.